Hay que destacar que el uso de aguas termales en la cosmética transforma cualquier tratamiento realizado a base de las mismas en beneficioso para el cuidado de la piel, y que por su riqueza en minerales.
Se pueden utilizar en cualquier tipo de piel, ya que los mismos se efectúan pensados en aquellas pieles sensibles y delicadas, sobre todo si padecen cualquier tipo de patología cutánea, ya sea acné, rosácea, etc. por sus propiedades cicatrizantes y calmantes.
En ellos se encuentran grandes fuentes de minerales, los mismos poseen
- Calcio, el cual aporta humectación, y reduce el envejecimiento prematuro, sobre todo en aquellas pieles demasiado expuestas a los rayos UV.
- Magnesio, aporta efectos altamente energizantes y trata procesos inflamatorios de la piel.
- Cobre, es ideal para la regeneración celular y la reestructuración de la misma favoreciendo la síntesis de colágeno, la melanina, y la queratina.
- Zinc, Posee un efecto hidratante y antiinflamatorio, que contrarresta y mejora la textura de la dermis en casos puntuales como la del acné, ya que regula la cantidad de grasitud que posee nuestra piel.
- Selenio, es un alto antioxidante que previene el envejecimiento prematuro.
- Hierro, es un componente ideal para mejorar la textura y nutrir nuestra piel.
- Flúor, funciona como un antiséptico previniendo infecciones o ataques de microorganismos que pueden dañar los poros de la piel.
- Sodio, el mismo es esencial para controlar el equilibrio de hidratación de nuestra piel.