Estos baños están muy de moda a todos los niveles, sobre todo en spas, se utilizan como tratamientos de belleza o terapéuticos, estos ofrecen grandes beneficios sobre nuestro organismo. Eliminan toxinas del cuerpo y poseen un efecto vasodilatador y vasoconscrictor que ayuda a la circulación de la sangre.
En una sauna la temperatura oscila entre los 80 y los 100 grados centígrados. El hecho de que no produzca quemaduras se debe a que se combina con una humedad muy baja (calor seco) y por lo tanto no llega a quemar. Los expertos recomiendan no usarla más de dos veces por día y no más de tres semanales.
Beneficios
Eliminación de toxinas: El exceso de calor y la intensa sudoración que desencadenan estos tipos de tratamientos, llevan a cabo una notable expulsión de sustancias que nuestro cuerpo no necesita, toxinas y desechos tóxicos que a través de nuestra piel afloran hacia afuera para su posterior eliminación.
Proceso de dilatación y constricción: Dado que tanto los baños de vapor como el sauna, producen un intenso calor sobre el cuerpo, ejercen un efecto vasodilatador de muchísima importancia, que luego mediante un baño corto de agua fría se convierte en vasoconstrictor y de esta forma, la circulación sanguínea de todo el organismo sobre todo la periférica mejora significativamente.
Recomendaciones antes de tomar un baño de vapor
Los baños de vapor no se aconsejan a quienes padecen trastornos de presión o a quien presenta problemas de venas varicosas. Tratamiento, antes de comenzar el baño de vapor, es recomendable darse una ducha rápida y secarse bien para mejorar la transpiración de la piel. Después, se entra en el recinto dotado de una serie de orificios de los que sale el vapor y donde hay dispuestos bancos y camillas.
La persona se sienta o se estira relajada durante 5 ó 10 minutos, transcurrido este tiempo, el tratamiento puede finalizarse con una ducha fresca. Si se quiere sudar aún más, lo mejor es pasarse 10 minutos adicionales en la sauna. Inmediatamente después, se termina con una ducha fría, que ejerce un efecto tonificante. Por último, antes de vestirse, es necesario descansar al menos durante 10 minutos.
En la última instancia , el sauna no hace más que realizar un trabajo, imitando la alteración frío calor, que nos otorga la naturaleza y aprovechar sus beneficios, favoreciendo así no solo la circulación de sangre si no fortaleciendo las articulaciones y nuestros huesos. Anímate a tomar un rico baño de vapor.
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