Es normal que durante los meses que dura la etapa de gestación, la mujer presente muchos cambios. Cambios físicos y también emocionales que van de la euforia a la tristeza en un abrir y cerrar de ojos, estos pasos bruscos de las emociones pueden ser más conflictivos, creando situaciones problemáticas dentro de la familia y en el trabajo.
Lo más conveniente es que tanto la pareja, como los familiares más cercanos a la futura madre estén siempre su lado apoyándola para que pueda superarse pronto.
Estos cambios se deben a que los transmisores del cerebro se alteran en esta etapa porque no reciben los mismos niveles hormonales que antes. Los estrógenos y progesterona se duplican haciendo que la parte racional de la personalidad descienda.
Esta situación hace que el humor cambie repentinamente, que la mujer se sienta más susceptible e irritada y pierda la seguridad en sí misma.
En los primeros tres meses la molestia aumenta, la futura mamá puede estar ansiosa, ambivalente y con distintos estados de ánimo. Lleva tiempo aceptar esta nueva etapa y es sencillo sentirse frágil. Las mujeres que tienen algunos síntomas físicos como vómitos, mareos o malestar por las mañanas son más propensas a padecerlos. Lo mejor en estos momentos es trotar o caminar por unos minutos, de preferencia por las mañanas.
En el segundo trimestre, ya está más estabilizada, el tiempo ha hecho que logre adaptarse a esta nueva situación y emocionalmente ha controlado la gestación. Si tuvo molestias físicas, estas ya se han desvanecido y su apetito sexual vuelve a incrementarse.
Los últimos tres meses vuelven a ser un poco molestos, ya que el tamaño de la barriga ha llegado a su tamaño máximo y hace que se pierda toda la comodidad. Tendrá dificultades para dormir, deseos de orinar consecutivos, mucho cansancio y dolores en la espalda y caderas. Emocionalmente, se siente muy ansiosa respecto a conocer a su bebé, temor sobre el parto y muy insegura sobre el método para la crianza.
Ahora están más claros los signos y síntomas que produce el embarazo, lo mejor es tomarlo con mucha calma y esperar tranquila y llena de dicha la llegada de ese pequeño ser que, luego de poco tiempo te dirá “Mamá”.