Si bien casi todos los bebés al llegar al año, pronuncian muchas palabras a la mitad, o entrecortadas, estimularlo desde temprana edad resulta muy positivo, ya que mucho tiempo antes comienzan a balbucear, y a conjugar las sílabas y juntar las letras para intentar comunicarse con nosotros.
Por eso al momento de dirigirnos al bebé, siempre debemos hacerlo con un lenguaje maduro y decir las palabras completas, ya que es la única manera que con el correr del tiempo el niño pueda pronunciarlas bien. Lo más importante es que podamos hacer gestos, que vea los movimientos de nuestra boca, la cara, para estimular la imitación precoz ya que es fundamental e imprescindible en el desarrollo de su aprendizaje general y para su correcto desarrollo.
Siempre al comunicarnos con el bebé, debemos ser constantes para poder descifrar mejor su lenguaje, ya que al comienzo puede que no sea muy claro, y en sus expresiones podemos captar mejor los mensajes, él se comunicará mediante sus estados de ánimo y demandará con señales y gestos, pero tengamos presente que el entiende mucho más de lo que nos puede expresar.
Por lo tanto siempre llamemos a las cosas por su nombre, sobre todo aquellos objetos por los que él demuestra mucho interés, de forma sencilla iremos implementando su lenguaje, mediante palabras cotidianas, como leche, mamá, papá, pie, mano, boca, abuela, cama etc. Las canciones acompañadas de gestos, son una excelente forma de estimular su lenguaje.