Al momento de dar a luz nuestro útero deberá trabajar durante varias horas, por eso cuando comienza a aparecer las primeras contracciones fuertes que se presentan cada 20 o 30 minutos, no debemos alarmarnos, sino todo lo contrario, estar relajadas, ya que se acerca el momento de que pronto nuestro bebé estará a nuestro lado.
Las primeras contracciones que mencionamos, ejercen una presión directa sobre el fondo del útero hacia el cuello, que también recibe el nombre de cérvix, en cada una de éstas contracciones, las paredes internas del útero empujan hacia abajo, lo que permitirá la próxima salida del nuestro bebé.
El útero, posee un cuello que es una especie de cilindro de unos 3 centímetros de largo que se va acortando progresivamente durante el trabajo de parto hasta desaparecer y borrarse pasando a formar parte del resto del útero y adoptando la forma de anillo.
Una vez que se ha borrado el cérvix, es donde comienza el trabajo de dilatación, donde éste anillo comenzará a dilatarse de 1 a 10 centímetros en dos fases, la dilatación pasiva que va de 1 a 3 centímetros y es bastante lenta ; y la dilatación activa, que es bastante más rápida y va de los 3 centímetros a los 10.
Como no todas las mujeres son iguales, hay que tener presente que estos procesos demoran diferentes en unas y otras, lo que si podemos decir que muchas futuras madres que ya han dado a luz, el cérvix se borra en la primera fase de dilatación, lo que hace que el trabajo de parto sea mucho más corto.