Los niños realizan cambios fundamentales desde su nacimiento hasta aproximadamente los cinco años edad. Los padres deben prestar atención al desarrollo de diversos indicadores que podrían señalar ciertos problemas de crecimiento.
Señales a tener en cuenta
Una vez que nacen, los bebés son controlados, especialmente en los primeros meses de vida de manera semanal y mensual. Estas visitas al pediatra van registrando patrones de estatura y peso, acorde a su etapa de crecimiento.
Sin embargo, existen otra serie de aspectos que los médicos evalúan con el objetivo de supervisar el desarrollo de ese niño como por ejemplo: sus primeros pasos, sonreír por primera vez y mover la mano para decir adiós. Estas destrezas que los niños van adquiriendo con el paso de los años, como el habla, la conducta y el movimiento, son importantes a la hora de diagnosticar algún tipo de problema del orden neurológico o sistémico que permitirá un tratamiento precoz del mismo.
Indicadores según la edad
Si bien, cada niño expresa un tiempo propio en el desarrollo de algunas habilidades, existen parámetros comunes que son de gran utilidad para evaluar el desarrollo correcto.
Generalmente, los especialistas irán guiando a los padres ante sus dudas y preguntas, y en algunos casos podrán recomendar evaluaciones más específicas como por ejemplo las pruebas de detección de deficiencias del desarrollo que pueden realizase en los controles de rutina de los 18, 24 y 30 meses de edad.
El rol de los padres
Para garantizar un desarrollo saludable, siempre es necesario contar con los padres, los cuales a través de la interacción y el conocimiento de sus niños podrán encontrar señales de alarma con mucha anterioridad y facilitar así el diagnóstico precoz y los tratamientos que le permitirán mejorar la calidad de vida del niño en caso de sufrir alguna patología en su crecimiento.