La sordera es una minusvalía, cuyo diagnostico no puede ser detectado a simple vista, deben ser los padres los primeros en darse cuenta que algo no va bien con su bebe y junto con el especialista, una vez que ya se ha diagnosticado, deben tratar el problema y empezar a estimular la comunicación entre el pequeño, con sus padres y los demás miembros de la familia.
Casi siempre es a los 2 o 3 años cuando el diagnostico es algo definitivo, pero existen algunas pistas que los padres deben conocer, para darse cuenta antes y acudir junto con sus hijos al profesional especializado, es decir consultar con el otorrinolaringologo y se determine si en realidad, existe un problema. Cuando el bebe es muy pequeño es difícil detectar si oye o no, pero cuando pasan los meses y vemos al bebe muy tranquilo, que no se sobresalta ni se despierta con los ruidos fuertes cerca de su ambiente, es momento de que los padres empiecen a estar muy alertas. Otra señal, puede ser que el bebe no logra tranquilizarse a pesar de oír la voz de su madre, o que no haya ninguna reacción gestual cuando las personas mas cercanas le hablen o se rían con el.
El bebe debe girar la cabeza y buscar a la persona que le habla, debe también emitir sonidos guturales, si no lo hace, es otra señal.
Cuando un niño es sordo no balbucea, ni se orienta a los sonidos, no comprenden el significado de las palabras, cuando están en edad de hablar, no nombran a sus padres, no nombran los objetos ni señala cuando otro lo nombra. Puede ser también que estas señales no sean de ninguna patología, porque cada niño es distinto y su desarrollo puede variar, pero de igual forma, es mejor descartar cualquier problema lo mas temprano posible, para así darle un tratamiento recomendado para los problemas de audición.