Los niños pequeños que ya caminan, se mueven y hablan, como son aquellos entre los dos y cuatro años, tienen una energía que a ti te parecerá interminable, en especial porque por más que haces actividades con ellos, tú te agotas mucho más rápido que lo que lo hacen. Y esto es algo muy bueno para el desarrollo físico porque estos movimientos hacen que los músculos y sus habilidades se desarrollen adecuadamente.
Una buena actividad que puedes hacer para ayudar a ese buen desarrollo físico de tu niño es tomar caminatas familiares, en las que puedes alternar entre diferentes cosas como son correr, marchar y caminar. Para que tu hijo no se aburra de estas caminatas es que juegues al mismo tiempo, puedes hacer que haga una colección de rocas, de hojas de árboles y hasta de plumas de pájaros.
Anima a tus hijos a que jueguen en el patio con un poco de agua, claro está si el clima así lo permite para evitar enfermedades y otros problemas. Puedes hacerlo en una pequeña piscina, con un rociador automático, una manguera y hasta con globos de agua. Esto hace que se presenten juegos que involucran el correr, el esconderse, el contacto físico y el agua, siempre supervisando a los niños.
También puedes hacer que tus hijos jueguen a las imitaciones, siendo los animales los favoritos de muchos. Sólo les tienes que decir que caminen como uno de sus animales favoritos como las gallinas, los caballos, los perros y hasta mover sus brazos para intentar volar como los pájaros. Y estando en el patio, también pueden jugar con una pelota, porque aquellas actividades que involucran el patear, atajar y arrojar son una excelente práctica.