Muchas madres llegamos al embarazo con enfermedades preexistentes, y no sabemos si realmente las mismas pueden llegar a afectar el desarrollo de nuestro pequeño.
En el caso del Prolactinoma, que es un pequeño tumor benigno que aparece a veces al agrandarse la glándula del cerebro que secreta prolactina, y es la encargada de la producción de leche durante el embarazo, es conveniente antes de embarazarse seguir el correcto tratamiento, para corregir dicho problema sobre todo también los problemas de ovulación, tan comunes en éstos casos. Solamente si el tumor es muy grande y hay presencia de dolor de cabeza o se pierde la visión, se pueden plantear determinados tratamientos más fuertes, aunque luego del parto muchas veces mejora, y no hay motivos para privar al bebé de darle el pecho.
En tanto frente al papiloma en el cuello del útero, si las lesiones son leves se puede esperar luego del parto para tratarlas, pero si es de alto grado aunque no se suelen tratar al comienzo de la gestación, pueden llegar a ser de cuidados, no son motivos para realizar una cesárea salvo que crezcan demasiadas verrugas grandes y sangrantes que impidan el parto natural vía vaginal.
No dudes en consultar con tu ginecólogo de confianza, aún antes de quedar en embarazo, para cuidar tu salud y la del pequeño que tanto deseas.