Al ser la madre o el padre de un recién nacido, posiblemente pasas horas todos los días mirándolo y contemplando hasta su más mínimo movimiento. En esos momentos es cuando te das cuenta de la forma como él responde ante tu presencia y ante todas las cosas nuevas e inesperadas que están sucediendo a su alrededor y hasta puedes empezar a pensar que esa falta de atención y su incomodidad ante ciertas cosas puede mostrarte un poco sobre el carácter que ese bebé va a tener.
En esos días puedes empezar a emocionarte con los comportamientos que ves, incluso llegando a encontrarles parecido en tu familia o en la del padre del bebé, pero debes saber que esos comportamientos no son necesariamente aquellos que va a tener cuando vaya creciendo. Por ejemplo, si tu bebé se irrita con cualquier cosa puede crecer para convertirse en un niño que es muy fácil en comportamiento y que no se molesta fácilmente, y al contrario también puede suceder.
El temperamento en general es definida como la forma en que una persona, ya sea niño o adulto, reacciona a las cosas tanto internas como externas y claramente hacen parte de nuestro comportamiento. Y cuando los expertos hablan del comportamiento en un bebé recién nacido se refieren más a la forma en que se mueve, en la facilidad que tiene para distraerse, para concentrarse y para calmarse, entre otras; y en como se comporta alrededor de personas extrañas.
El temperamento de tu bebé puede variar en los primeros meses teniendo en cuenta una gran cantidad de factores, porque la forma en como ves actuando a tu hijo depende de factores que son temporales como la dieta y la salud que tuviste durante el embarazo, las hormonas del embarazo, la duración del trabajo de parto y su desarrollo neurológico, entre muchas otras. Estos factores tienden a desaparecer alrededor de los cuatro meses y desde esa época podrás tener una mejor idea del carácter que tu bebé tendrá en el futuro.
Foto: Seattleye
