En la mayoría de los casos las mujeres no tienen que preocuparse por problemas en el embarazo, porque es un proceso natural. Sin embargo, como en todas las etapas importantes de la vida, lo mejor es que estés informada sobre esas complicaciones que pueden surgir a medida que tu embarazo va avanzando y que, aunque no son muy comunes, si pueden suceder.
Los abortos espontáneos es la pérdida del embarazo durante las primeras veinte primeras semanas. Los datos de expertos aseguran que entre un quince y un veinte por ciento de los embarazos terminan en un aborto espontáneo y que de estos más del ochenta por ciento suceden antes de la semana número doce. La mayoría de estos abortos en el primer trimestre son eventos causales que son causadas por anormalidades en los cromosomas del óvulo fecundado, lo que evita que el embrión se desarrolle.
Entre los síntomas que puedes presentar y que podrían indicar un aborto espontáneo el primero que puedes reconocer es manchado o sangrado vaginal, por lo que lo mejor es que vayas al médico tan pronto lo notes para estar segura de que es lo que está sucediendo. Si el especialista cree que estás teniendo un aborto espontáneo, te enviará a hacerte un ultrasonido para estar seguros.
Existe otra complicación durante el embarazo que es una poca cantidad de líquido amniótico u Oligohidramnios. Cuando estás embarazada tienes en tu vientre un saco amniótico que se llena con un líquido que se encarga de proteger y cuidar tu bebé para que se desarrolle bien. Y cuando hay muy poco de ese líquido puede ser muy problemático y es llamado oligohidramnios.
Según dicen los expertos en obstetricia cerca de un ocho por ciento de las mujeres embarazadas sufren de niveles bajos de este líquido amniótico, en especial durante el tercer trimestre. Los pasos a seguir si se te diagnostica ese problema es que tu embarazo se seguirá muy de cerca para saber si el bebé se está desarrollando normalmente, y si estás cerca del final de tu embarazo, el parto será inducido para evitar que algo afecte a tu bebé.