Muchas veces notamos que nuestro hijo comienza a vomitar, luego de haber comenzado a ir a la guardería, y en muchos casos esto no es más que una crisis de adaptación, a este nuevo sitio o actividad de la que ha comenzado a ser partícipe.
En el caso de que nuestro hijo manifestara este tipo de síntomas es muy necesario que los padres, permanezcamos en contacto con los docentes del establecimiento donde lo dejamos, ya que estos niños con conductas de este tipo, necesitan cierta seguridad, y ver que sus padres se mantienen en contacto y hacen relaciones con la nueva persona que los cuida, los tranquiliza de una increíble manera.
También se hace necesario que en casa, hablemos de la docente, le preguntemos por ella, y la nombremos constantemente, para fomentar el desarrollo de una verdadera relación cariñosa del niño con su maestra, en algunos casos si se les permite, puede asistir a clases portando su muñeco preferido y si aún así notamos que no quiere asistir a la guardería o continúa el inconveniente de los vómitos, cabe rescatar que tendríamos que plantear dejar la guardería para más adelante.