Muchas madres nos encontramos con este inconveniente de que nuestro bebé no duerme solo y requiere de nuestra presencia. Lo cierto es que hasta los 6 meses los bebés no tienen el patrón del ciclo de sueño desarrollado y suele ser muy normal que se despierte.
Entre los cuatro y siete meses este patrón va regularizándose, y perfilando el año seguramente descanse durante toda la noche. Como dijimos en otras oportunidades, el sueño de los niños es una cuestión de hábitos, y debemos fomentarlos desde que nacen para conseguir que descanse y pueda dormir correspondientemente.
Cabe destacar que debemos separar el hábito de comer del de dormir, no se hace conveniente que el niño se duerma succionando el pecho de la madre, porque luego asociará este hábito con el de dormir y requerirá de la misma cuando se despierte de noche.
Tampoco tenemos que mecerlo mantenerlo en movimiento para que se duerma, y en caso de que despierte repentinamente de noche, intentar esperar a que se tranquilice antes de correr a socorrerlo, los bebés son muy susceptibles a los hábitos y asocian nuestras actitudes rápidamente cuando ellos demandan nuestra presencia.
Es sabido que si bien no tienen el sentido del abandono, se sienten muy seguros estando con la madre o el padre, pero les recomendamos tener paciencia, armar una buena rutina e intentar cumplirla hasta que se adapte, y pueda dormir toda la noche plácidamente.
Foto: Gracias a limaoscarjuliet