Enseñarles a comer absolutamente de todo y nutritivamente suele ser un desafío para la madre, sobre todo porque los niños, tienen preferencias, por todo aquello que generalmente no deben comer.
Hay alimentos que no deben prohibirse, pero que se les pueden dar de vez en cuando, entre ellos están las golosinas, los chocolates, y las frituras, para evitar el consumo de calorías que los nutricionistas llaman vacías, y de esta manera evitar criar niños con altas probabilidades de desarrollar obesidad más adelante.
A la mayoría de los niños, no les gusta comer la corteza del pan de molde, ya que prefieren alimentos blandos que se deshagan en su boca, pero podemos aprovecharlas, para preparar ricas meriendas a la vuelta de la guardería en pasos muy sencillos.
Procedemos a remojarlas en leche tibia, y luego freírlas en aceite, estos simples bastoncitos, serán muy deliciosos, y no perderán sus valores nutritivos, sobre todo si en casa utilizamos algún tipo de pan de cereales, o enriquecido con otro tipo de nutrientes. Una vez que las freímos, se las puede espolvorear con azúcar impalpable, miel, o chocolate derretido.
La variante salada, para acompañar otro tipo de platos, es apenas las terminamos de freír, espolvorearlas con algún tipo de queso rallado diet. De esta forma obtenemos unos deliciosos bocadillos crocantes que a los niños les encantarán. Y que podemos usar en los cumpleaños.
Para Las bebidas, nada más saludable que un buen zumo diet de piña, mezclado con un chorrito de leche y unas gotas de endulzante artificial, mezclado o batido. Lo enfriamos y antes de servir podemos adornar los vasos con azúcar moreno y una rodajita pequeña de piña, espolvoreando una vez servidos los vasos con un poquito de coco rallado y pulpa de piña. Así reemplazaremos la tradicional chocolatada, por un deliciosos zumo nutritivo y refrescante.
Foto: Gracias a cambodia4kidsorg
