La cafeína, como todos sabemos es una sustancia altamente excitante, y el consumo de café o de alimentos y bebidas que la contengan pueden alterar el comportamiento del bebé e incluso causar insomnio en aquellos que se encuentran lactando.
Cuando acabamos de ser madres y estamos amamantando es aconsejable reducir al máximo el consumo de alimentos que contengan este tipo de sustancias, no superar las dos tazas de café diario o sustituirlo por aquel que nos ofrece el mercado, con etiquetas que dicen «descafeinado». También se puede dividir la taza de cabe en dos, para hacerlo más liviano y no consumir de una sola vez uno que resulte muy cargado o fuerte.
La cafeína se mantienen en el organismo durante 4 a 6 horas, y se elimina mediante la orina, por ello se hace conveniente que la alejemos lo más posible del horario en que alimentamos a nuestro pequeño bebé. Luego de beberlo podemos aumentar la ingesta de agua, para así eliminarlo mucho más rápido mediante la orina.
Muchas mujeres reemplazan el café por el té , ya que se tiende a pensar que es menos estimulante que el café, pero químicamente, poseen sustancias muy parecidas y pueden influir de la misma manera en los estados del bebé, mientras esta lactando.
Foto: Gracias a sdminor81
Creo que los niños no necesitan tomar café, sería inresponsable el padre que vea en esta bebida un alimento para su hijo.