A medida que nuestro pediatra lo vaya indicando, debemos ir agregando a la alimentación diaria de nuestro pequeño bebé algunos alimentos sólidos. Generalmente se comienza con la papilla dulce, que se prepara con manzana rayada y plátano, a la que luego se le agregarán cítricos a medida que el bebé vaya tolerando de a poco los nuevos alimentos.
Cuidados a la hora de alimentar al bebé
También en el comienzo de la alimentación con sólidos el pediatra recomendará que agreguemos algunas verduras, se suele comenzar con puré de calabaza, mezclado con puré de patata, y se le irán incorporando acelga, espinaca, zanahoria, con el correr de los meses del bebé, pero hay alimentos que debemos ser cuidadosos al cocinar y al momento de agregarlos a la dieta diaria de nuestro niño.
Es el caso de la remolacha, nabos, col rizada, zanahoria, espinacas entre otros. Hay países en los que estos vegetales y algunos otros, contienen importantes cantidades de nitratos, una sustancia química que puede provocar un tipo poco común de anemia en los bebés pequeños. Las empresas fabricantes de alientos para bebés son conscientes de este problema y analizan la cantidad de los mismos presentes en las verduras que utilizan para preparar los alimentos que luego se comercializan. Teniendo presente esto, deberíamos evitar comprar algunos tipos de verduras donde conozcamos que hay mayor acumulación de este tipo de sustancias.
Por lo que nosotros en casa no podemos analizar la cantidad de contenido de nitratos en las verduras que compramos y utilizamos para cocinar, es mejor que utilice productos comerciales de este tipo de verduras, sobre todo mientras el niño sea lactante. Si su pediatra le recomendara lo contrario, sirva siempre los vegetales frescos, preparados en el día y no los guarde una comida para la otra, ya que con el paso del tiempo la cantidad de nitratos contenida en la comida va aumentando por su concentración.
Y ante la menor duda no deje de consultar con su pediatra.