La infertilidad es un mal que afecta según estudios mundiales a un 15% en la población general. Este trastorno puede ser causado por múltiples factores, entre los que se encuentra la endometriosis, una enfermedad que afecta a 1 de cada 10 mujeres.
Esta patología se produce cuando el endometrio (el tejido que cubre el interior del útero y que se descama con la regla cada mes) se encuentra fuera del útero, ocupando la cavidad abdominal, donde se pega, produciendo adherencias, quistes en los ovarios y demás complicaciones.
El principal síntoma de la endometriosis es el dolor pélvico crónico, el cual se asocia con el periodo menstrual. Muchas veces este dolor incapacita a la mujer para realizar actividades y realizar las rutinas de la vida cotidiana, afectando también a su entorno.
Sin embargo, el mayor problema que suele traer este mal en la vida de las mujeres, es el de las consecuencias negativas sobre su fertilidad. La endometriosis puede ser leve, mínima, moderada y severa. En su modalidad más grave, el 40% de las pacientes presenta infertilidad, debiendo ser sometidas a tratamientos de reproducción asistida.
Los especialistas aún no han podido detectar el origen de esta enfermedad certeramente, aunque concuerdan en la existencia de ciertos factores que permiten el desarrollo de esta patología, como la metaplasia celómica, reflujo menstrual, diseminación linfática o vascular, genética, autoinmunidad y el medio ambiente.
Es importante resaltar que la mujer con endometriosis pélvica tiene una incidencia de infertilidad del 40% por lo cual su diagnóstico y tratamiento adecuados marcarán su futuro reproductivo. La infertilidad ocasionada por la endometriosis se debe a la distorsión anatómica que se produce en las trompas de Falopio por las adherencias o por los quistes si son grandes.
También puede estar afectada la calidad de los ovocitos, lo que hace que algunas mujeres no tengan quistes ováricos ni trompas lesionadas pero su endometriosis les dificulte conseguir la gestación.
Este mal debe ser diagnosticado de manera temprana, a fin de garantizar un pronóstico positivo para todas aquellas mujeres que deseen quedar embarazadas en el futuro. Cada tratamiento tiene que ser pensado de acuerdo a los síntomas, la edad y el deseo de fertilidad de la paciente.
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